No esperaba nada de la Selección. Desde hace bastante tiempo andaba yo desconectado de España, y de hecho ayer por la mañana ni siquiera sabía que jugaba contra Croacia.Y todo, a pesar de la reciente victoria en Wembley contra Inglaterra. Tampoco el invento este de la "Liga de Naciones de la UEFA" me llamaba mucho, así que cuando empezó el partido yo seguí haciendo cosas con la tele puesta, pero sin preocuparme demasiado del fútbol.Gracias a mi poco interés inicial, prácticamente no vi nada de los primeros 15 minutos en los que Croacia nos dominó y dispuso de dos o tres ocasiones claras de gol que, afortunadamente, no entraron. Luego, me senté a ver el partido tranquilamente uno o dos minutos antes del gol de Saúl que abría la lata y partir de ahí, he de decir que me fui enganchando hasta el final.
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un partido de la Selección. Tal vez, porque hacía mucho tiempo que España no jugaba un fútbol alegre, rápido, vertical y directo.
Daba gusto ver cómo nuestros laterales entraban por las bandas. Era una delicia ver a Ceballos e Isco mover la pelota (sí, ¡moverla!) sin sobeteos innecesarios. Una maravilla ver la presión cuando se perdía la pelota. Y espectacular ver que nuestros jugadores saben tirar a puerta. Sí... tiraron a puerta no una, sino muchas veces, sin intentar llegar a la portería con el balón cosido a la bota.
Fruto de dos soberbios tiros de Asensio fueron el segundo y el tercer gol, y para demostrar que ahora también sabemos jugar rápido, una estratosférica asistencia al hueco de Asensio dejaba a Rodrigo sólo para batir al portero por cuarta vez.
Con cuatro goles de ventaja, se podría haber pensado en bajar el ritmo, pero al contrario, España siguió mostrando hambre de gol y ni siquiera el gol de Ramos, rematando un corner tras haberse quitado de encima a dos defensas con una finta espectacular, fue capaz de calmarla.
Isco marco el sexto, que al final fue el último, pero España siguió atacando, con ganas de meter más.
No pudo ser, pero este parido fue de los que cuando terminan te dejan con ganas de que no acabe, de que continúe aún unos minutillos más para ver el séptimo, y luego el octavo, y después....
En definitiva, victoria aplastante frente a la selección que hace quince días, como quien dice, se proclamó subcampeona del Mundial. Victoria que pasa a la historia, al menos en Croacia, puesto que la de ayer fue la mayor goleada que los croatas han encajado en toda su existencia.
Esperemos que España siga jugando así. Nos divertiremos mucho. ¡Ah! y con seis madridistas de titulares, que a nadie se le olvide. Ardo en deseos de ver cómo la prensa dice aquello de que España juega con el estilo del Madrid, y que las victorias de España son en realidad mérito del Madrid. Espero ansiosamente leer las crónicas en las que se reconocerán los méritos del Madrid en la victoria de nuestra Selección. Igualito que en los oscuros años del tiqui-taca, en los que, si España ganaba, es porque utilizaba el estilo del Barcelona, o porque los jugadores del Barcelona le daban ese carácter especial que sólo ellos podían tener.Quiero oír eso en la radio, quiero verlo en la tele y quiero leerlo en los periódicos. Tanto lo quiero, que he estado a punto de entrar en la web de Marca. Menos mal que me he contenido a tiempo.
Ayer me gustó nuestra Selección, y todo, por supuesto, gracias al Real Madrid, que fue el que realmente ganó a Croacia por 6-0
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